Son tiempos convulsos para la educación, donde todavía nuestros políticos no se ponen de acuerdo para crear un pacto educativo que saque realmente adelante a nuestros niños. Por ello, hoy en "La Pizarra de Primaria" vamos a viajar un rato al pasado.
Escribiendo este artículo nos sorprendimos de cuanto ha cambiado no sólo la educación, si no nuestra forma de ver la vida y la sociedad. Las sociedades son dinámicas, cambiantes, en continua evolución, y la sociedad española es sin duda un claro ejemplo.
Haremos un repaso por la educación, de los libros de antes y de los de ahora alrededor de un tema muy común en 1º de Primaria: la familia.
Estos libros son de 1966. Su autora es Begoña Bilbao y está editado por Hijos de Santiago y Rodríguez (Bilbao). Como veis, tanto el primer curso como el segundo hoy día se corresponderían con los de 1º y 2º de Primaria. La diferencia, como ahora veréis, es abismal. ¿Hemos ablandado los contenidos educativos? ¿Qué ha cambiado en estos casi 50 años?
Según la autora de estos libros, están dirigidos a alumnos que acaban "justamente de aprender a leer y escribir". Se trata de un libro que, al verlo, nos damos cuenta de que pretende básicamente ajustarse a los criterios de la época para el curso según los Cuestionarios Oficiales que decían algo así como:
"Las actividades y nociones de escritura, lectura y lenguaje deben estar en estrecha conexión. Las nociones, en este primer curso, serán sólo aquellas que se desprenden de los diversos ejercicios sobre lenguaje".
El método de aplicación es sencillo. En primer lugar, se debía llevar a cabo una observación directa enseñando a reflexionar al alumnado, y en esto se hacía bastante hincapié porque en la presentación para los niños se les pedía REFLEXIONAR.
La conversación también jugaba un papel importante... ¿No os parece que hoy día la conversación se ha quedado en un segundo plano? Muchas veces por tiempo, vagueza o miedo a que nuestra clase se vaya de las manos no conversamos con el alumnado, no dejamos que hablen, que sugieran... este libro trataba de evocar ideas y a partir de estas ideas, generar palabras que se explicaban "por el uso".
Una cosa que llama poderosamente la atención de este libro ha sido cómo enseñaban el vocabulario asociando palabras conocidas para emplear otras nuevas y hacerlas pasar de un vocabulario pasivo (palabras ya conocidas pero no utilizadas) a un vocabulario más activo (palabras que responden de forma mucho más espontánea a la llamada del pensamiento).
Si nos fijamos en el tema de "La familia" de 1966 y en el de 2014, la diferencia es abismal. Obviamente, se nota que la evolución gráfica, cómo la informática y los sistemas de edición han mejorado con creces.
No cambia esa imagen inicial que presenta el tema, la escena familiar, pero la lectura que acompaña a la ilustración del libro de 1966 nos deja ver con ese "Mi padre trabaja mucho. Mi madre trabaja en las cosas de casa", que la sociedad afortunadamente ha cambiado (y mucho).
Mención aparte el ejercicio en el que se les inculcaba a los niños la obediencia y el respeto por sus mayores y familiares, cosa que hoy día se da por hecho y no encontramos ni rastro en los libros de texto. Eran cosas de la época.
Pero llama poderosamente la atención como en este ejercicio y en sus ilustraciones, la ama de casa y el papel que jugaban las mujeres en las familias hace que hoy día quede lejano. Esa mamá planchando, cosiendo, haciendo la comida o fregando... el ejercicio habla por sí solo.
Hoy día se busca más interacción del alumnado en los ejercicios y también se busca que participe más lo que es el desarrollo del propio libro a través de actividades escritas. Esto se contrapone mucho con el diálogo que buscaban los libros de antaño como el que hoy estamos presentando.
Libro actual tratando el tema de la familia | Santillana
Lo que no vamos a encontrar en un libro de lengua es un tema como este... la Iglesia, presente en todos lados en los libros de texto de aquellas escuelas y donde los niños debían portarse bien en misa.
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