En el aula, corregimos los ejercicios de los alumnos y, en determinados casos, observamos la presencia de diferentes rasgos que nos ofrecen una rica información sobre la posible presencia de la llamada disgrafía.
Así, diferenciamos dos tipos diferentes de disgrafías:
- Motriz, aquella en la que el alumno relaciona palabras y objetos pero encuentra dificultad a la hora de escribir las letras que lo identifican. Además, presentan lentitud, movimientos disociados, signos gráficos indeterminados, un manejo incorrecto del lápiz y una mala postura al escribir.
- Específica, aquella en la que el alumno encuentra dificultad entre las palabras y las letras que definen, mostrando una mala percepción de las formas, una desorientación espacial, un trastorno del ritmo, rigidez en la escritura o una grafía suelta, entre otros.
Existen diferentes recursos educativos con las que apoyar a los alumnos y practicar la escritura, aquí tienes la muestra:
- Las láminas, conjunto de 57 fichas con actividades diferentes para ejercitar la escritura en alumnos de infantil y de primaria.
- Practicar es la clase, en esta presentación se explican una serie de actividades para trabajar la disgrafía con los alumnos de primaria.
- Juega con las letras, actividades pensadas para mejorar la grafología, el trazo y la letra.
Vía blog.tiching.com
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