Desde el día en que nació su hija, Rebecca Leimbach ha fotografiado la especial relación que la pequeña tiene con su perra bulldog. Después de sufrir durante años de infertilidad, Rebecca y su marido lograron quedarse embarazados de su pequeña Harper, una bendición.
Pero después, cuando intentaron tener más hijos para darle un hermano a su hija, todos los tratamientos fallaron. Fue entonces cuando Harper y su perra Lola se volvieron inseparables.
"El día que Harper salió de su cuarto con Lola disfrazada de princesas, me di cuenta de que había encontrado su compañera de juegos perfecta", declaró Rebecca.
"Espero que la gente se de cuenta de lo asombroso que son los perros y como su conexión con las personas modela nuestras vidas. Harper nunca está aburrida cuando está con Lola y espero que
cuando sea mayor y vuelva a ver estas fotografías recuerda que esa fue su primera mejor amiga", sentenció la fotógrafa.
Soy una amante de los animales, esta noticia me ha fascinado. Yo tengo un perro de raza Yorkshire terrier llamado Güilo. Hablo de el porque esta noticia me recordó lo que paso el otro día. Vino mi novio a pasar el fin de semana a mi casa, mi perro era la tercera o cuarta vez que lo veía. Cuando se fue lo acompañe junto con mi perro a su coche. Una vez que se había ido volviendo para mi casa me di cuenta que mi perro no quería andar lo único que hacía era mirar para atrás buscando a mi novio. Lo tuve que coger en brazos para poder llevarme lo. Por eso esta historia me ha conmovido mucho.
ResponderEliminar¡Gracias por compartir tu historia con nosotros! Pues sí, es fascinante como los animales pueden llegar a formar un vínculo muy especial con cualquiera de nosotros... Esperamos ver pronto fotos de Güilo :-)
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